
Título: El consentimiento
Autor/a: Vanessa Springora
Género: Memorias
Publicación: 2/1/2020 (original en francés) 17/9/2020 (español)
Editorial: Lumen
Páginas: 200
Puntuación:
Sinopsis
Vanessa Springora narra la relación que mantuvo, con tan solo trece años, con Gabriel Matzneff, un prestigioso escritor treinta y seis años mayor que ella, conocido por mantener relaciones con menores. Springora expone cómo la afectó esta historia, y lo sigue haciendo, y la ambigüedad de su propio consentimiento.
Me llamó mucho la atención este libro en cuanto supe de qué iba y que era la historia real de la propia autora. Al tratar de un tema delicado fui leyendo con cuidado, y debo decir que lo que se cuenta es muy duro. La autora nos narra cómo se fue desarrollando todo: cómo era su vida antes de conocer a ese hombre, cómo era cuando lo conoció y cómo fue después de él. La forma en la que está expuesta esta terrible historia me ha gustado mucho, por eso mi puntuación es de 4 estrellas.
Como la propia Vanessa Springora dice en el libro, esta historia de su vida debía contarla para poder ella liberarse y continuar. Espero que le haya servido. Durante la lectura de este libro fui sintiendo un asco que iba creciendo conforme avanzaban los hechos, y no solo por la relación entre la autora y el escritor, sino también por la pasividad del entorno. Esta me llenó de rabia e impotencia, parecía que no había nadie que protegiera a esa Vanessa de 13 años, me puso triste ver que se dejaba sola a una víctima.
En este libro no solo se narra la historia de la autora sino también siento que hay como una denuncia o exposición de los grandes intelectuales y filósofos ―muy conocidos y muchos de ellos de izquierdas― de la época, finales de los 70 y principios de los 80, que corrían un tupido velo ante situaciones como la que vivió Springora, incluso había quienes lo defendían y pedían la despenalización. Leyendo esta historia con ojos actuales nos escandaliza, pero no creía yo que estuviera más o menos normalizado en esa época y más por algunas personas que me han sorprendido.
El libro no es muy largo, todo se cuenta en primera persona en seis partes que tienen como divisiones de la narración, por lo que no son muy largas y son fáciles de leer; aunque algunas situaciones que se exponen son desagradables.
El estilo de la autora es muy claro, sencillo y ameno. Ha hecho una buena división de su historia, consiguiendo que se sienta todo en armonía y que nos adentremos como lectores de lleno en los acontecimientos.
En conclusión, El consentimiento es un libro de memorias de la autora duro de leer, pero necesario para ella y para poner en su sitio a un personaje indeseable, que gozaba de gran prestigio social y literario. Este libro es una denuncia y condena a lo que vivió la autora a tan temprana edad. Leerlo es apoyarla, darle voz y mostrar quién fue, y es, en realidad ese hombre.
Hay muchas maneras de arrebatarle a una persona su yo. Al principio, algunas de ellas parecen inocentes
Haberme convertido en personaje de ficción cuando mi vida adulta aún no ha adquirido forma supone impedirme desplegar las alas y condenarme a quedarme congelada en una cárcel de palabras.
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