Reseña de «Kim Ji-young, nacida en 1982», de Cho Nam-Joo

Título: Kim Ji-young, nacida en 1982
Autor/a: Cho Nam-Joo
Género: Contemporánea
Publicación: 14/10/2016 (original en Coreano) 19/9/2019 (español)
Editorial: Alfaguara
Páginas: 157
Puntuación: 

Puntuación: 5 de 5.

Sinopsis

Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 años y el nombre más común de Corea. Es aparentemente una mujer como cualquier otra, con una juventud sin pena ni gloria, siempre a la sombra. Todo se retuerce cuando, de repente, Kim, tras ser madre y haber renunciado a todo, empieza a hablar con las voces de su madre, de una amiga desaparecida, de otras muchas mujeres. Lo que parecía una broma adquiere el tono de una respuesta, de una insurrección y, para los demás, el tono de una enfermedad. 

Me han hablado muy bien de este libro y leí muchas reseñas buenas, por lo que la curiosidad me hizo leerlo y solo me arrepiento de no haberlo hecho antes. Me ha encantado, es un libro muy necesario, un libro que poco a poco te va sacudiendo hasta que te das cuenta de que algo que parece lejano, o superado, no lo está para nada y que en cierta manera te destroza al entenderlo. Por todo ello, mi puntuación es de 5 estrellas. 

Cho Nam-Joo logra contarnos a través de esta historia, que nos puede parecer lejana, experiencias que toda mujer vive, en mayor o en menor medida, a causa de la misoginia y el machismo, porque da igual el país y la cultura que tengamos, vivimos en un mundo donde estos siguen presentes.

Durante la lectura, al principio me costó cogerle el hilo por cómo estaba contada la historia, pero luego fue fácil seguirle el ritmo y adaptarse. Conforme iba conociendo cómo era la vida de la protagonista, todo lo que iba sucediendo con ella y con su familia, iba teniendo momentos en los que me indignaba, me compadecía, empatizaba y sufría con lo narrado, pero en toda la lectura lo que más hice y, me daba lugar el mismo libro, era reflexionar, reflexionar sobre todo lo que se estaba contando y darme cuenta de que no era algo lejano a mi entorno. Luego, cerca del final, hubo un momento que me emocionó, llegué a las lágrimas, lágrimas de impotencia por la protagonista, por mí misma, por todas las mujeres... y el capítulo final fue el duro golpe de realidad.

En esta novela se tratan temas como los distintos grados de opresión que sufren las mujeres, los abusos, el machismo, la desigualdad, la maternidad y sus dificultades, la renuncia de los sueños propios y las consecuencias de esto. Temas que se reflejan muy bien en el libro, que te calan.

La trama de este libro parece sencilla, pero esconde hastío, angustia, miedo. Está contada más bien como una biografía ficcionada, con citas a artículos para mostrarnos datos reales de lo que se va narrando, que como una novela per se. Me ha parecido original y me ha gustado. Todo transcurre en Corea del Sur desde 1982 al 2016. Tiene una construcción circular, con un ritmo y tensión narrativa muy buenos. Se cuenta en tercera persona y nos va mostrado sobre todo la perspectiva de la protagonista, pero también la de quienes la rodean. Los capítulos son largos y algunos me resultaron un poco densos, pero, en general, se lee muy rápido.

En cuanto a los personajes, la protagonista Kim Ji-young y su madre me han fascinado, también la hermana de Kim, pero en especial ellas dos. Son unos personajes complejos, resilientes, que se cuestionan todo e intentan no sucumbir a lo establecido, pero a veces no es suficiente la voluntad. Me mortificaba las situaciones por las que pasaron y me compadecía e identificaba con ellas. Las quiero mucho. Los secundarios también tienen su presencia e impacto, aunque más negativo, y fueron los que más me enfadaron.

El estilo de la autora es ameno y sencillo, y transmite muy bien las diferentes emociones o estados de los personajes; logrando que todo ello te absorba.

En conclusión, este libro me ha encantado a la vez que me ha dejado destruida. Es un libro duro, realista y necesario. Es un recordatorio para las mujeres de que queda mucho por hacer.

Y vosotr@s, ¿Os llama la atención el libro? ¡Os leo!

P.D: os pido que si hacéis algún comentario con spoiler lo advirtáis antes, podéis poner: ¡spoiler! + vuestro comentario.

¡Gracias!

En esos momentos de pánico, se acordaba de las palabras de la mujer del autobús. Que ella no era culpable de nada. Que en el mundo había más hombres buenos que malos. De no ser por esas palabras, durante mucho tiempo no habría podido librarse del miedo.

«Kim Ji-young, nacida en 1982», de Cho Nam-Jo

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