
Título: Poesía Completa (1955-1972)
Autor/a: Alejandra Pizarnik
Género: Poesía
Publicación: 16/4/2009
Editorial: Lumen
Páginas: 490
Puntuación:
Sinopsis
Esta es una colección de poesía de la obra poética completa —libros de poemas editados en vida de la autora y poemas inéditos compilados a partir de manuscritos— de Alejandra Pizarnik, una de las figuras más emblemáticas de las literaturas iberoamericanas, controvertida, polémica, que se convirtió en un mito entre los jóvenes de las décadas de 1980 y 1990. Su poesía se caracteriza por un hondo intimismo y una severa sensualidad.
Realicé algunos pasos previos antes de ponerme con la poesía de Pizarnik, estos fueron: leerme su biografía, sus diarios y su prosa completa. Todo ello con el objetivo de ir lo mejor preparada para poder entender su poesía y sentirla más, y la verdad, considero que me ha ayudado bastante.
Leer todos los poemas de Alejandra ha sido una experiencia devastadora que ha dolido (casi igual que con sus diarios); me ha fascinado y encantado. Sin ser yo una experta en poesía ―y sin haber leído tampoco mucho de este género―, este libro me ha animado a leer más poesía, sobre todo, de las poetas latinoamericanas de principios y mediados del siglo XX como Alfonsina Storni. Por todo ello, mi puntuación para esta gran obra es de 5 estrellas.
Pizarnik consigue trasmitir muy bien en cada poema, ninguno deja indiferente y ninguno se parece a otro, aunque traten el mismo tema. Se nota el gran trabajo que hay detrás de cada uno y por el que ella se preocupaba mucho.
Durante la lectura de este poemario me fui asombrando con cada poema desde el principio hasta el final por un motivo u otro: por su estructura, por su ritmo, por el juego con el lenguaje, por la belleza del poema, por las imágenes que evocaban y los sentimientos que me producían (principalmente melancolía, tristeza, dolor, empatía...), aunque debo confesar que al principio no sabía cómo meterme en ellos, cómo leerlos...
Siempre he tenido la sensación de que no entendía la poesía, me daba miedo leerla y tampoco entendía por qué a la gente le gustaba tanto (yo quería -quiero- ser cómo ellos, pero no sabía cómo). Podía darme cuenta de que era bonita, pero me costaba ver más allá de eso, siempre tenía en mente que tenía que analizar algo, como se hace en el instituto o en la carrera de filología, y que si no lo hacía no iba a entenderla de verdad y disfrutarla, pero luego entendí -me hicieron entender- que la poesía se lee para sentirla, no hay que leerla con lupa analizando cada palabra sino dejarse llevar por lo que trasmita, y también que no todos los poemas tienen que impactarme siempre, que habrá algunos que lo hagan y otros que no, y que no pasa nada, no estoy leyendo mal. Llegar a esta conclusión, me relajó y continué la lectura mucho más tranquila, lo que hizo que disfrutara más de los poemas de Pizarnik y me centrara en lo importante: lo que me hacían sentir.
En cada poema vemos un tema, impregnado del movimiento surrealista, corriente a la que pertenecía Pizarnik, en mayor o menor medida. Encontramos temas como el amor, el desamor, la amistad, la tristeza, la soledad, la existencia misma, la depresión... aunque también hay poemas que, a mi parecer, fueron más centrados en la forma del lenguaje; asunto que también llamaba la atención de Pizarnik. Todos estos poemas son muy diferentes, a pesar de tratar el mismo tema como he dicho anteriormente. Se nota el cuidado en la forma, en cada palabra, en el ritmo... Me llamó la atención el cambio de voces en algunos de estos poemas, eso me gustó mucho. En fin, en todos los poemas de Pizarnik está ella, su dolor y todos los asuntos que le inquietaban y fascinaban.
El estilo de la autora me pareció atrevido, intimista, sensual, en ocasiones, y trasgresor para con la época, lleno de simbolismos, de oscuridad y de belleza.
En conclusión, la Poesía Completa de Alejandra Pizarnik es un libro al que volveré sin dudarlo, para volver a saborear con calma, y poco a poco, cada uno de sus poemas a ver qué nuevas emociones experimento en su relectura. Lo recomiendo mucho, no dejará indiferente a nadie y calará muy hondo, quizá demasiado.
Y vosotr@s, ¿habéis leído a Pizarnik? ¡Os leo!
No quiero ir
nada más
que hasta el fondo
Alejandra Pizarnik, Septiembre de1972.